El 17 de Mayo de 1990 (mañana se cumplen 32 años), fue un gran hito en el ámbito médico-psiquiátrico, pues fue el día en el que “curaron” a más personas en toda la historia de la humanidad.
¿Qué hicieron; cómo lo lograron?
Muy simple: la OMS quitó “la homosexualidad” de su listado internacional de ‘enfermedades mentales’.
Por ello, el 17 de Mayo se estableció como el Día internacional de Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, un día de visibilidad, promoción y reclamo por la protección y pleno goce de los derechos humanos de la población LGBTIQ+ a nivel internacional.
Cabe reflexionar sobre quiénes (qué instituciones y organismos) tienen el poder de marcar las normas y parámetros, de moldear las significaciones e imaginarios sociales.
El 16 de mayo de 1990, cientos de miles de personas de todas las edades, colores, nacionalidades, se fueron a dormir siendo consideradas ‘enfermas’, y al día siguiente dejaron de ser consideradas (por la ONU) como ‘enfermas’… Pero para des-patologizar las identidades trans y travestis, se tardaron 28 años más (2018).
Aún hoy en día, en alrededor de 70 países, es considerado ‘un crimen’ tener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, y en al menos 5, está penado con la muerte.
La salud, así como la enfermedad (y la vida, así como la muerte) están determinadas por el tipo de relación que se establece entre el entorno social/cultural, y las personas…
Lo complejo es que ese “entorno” o “contexto social”, también está conformado por personas (que crean instituciones), que tiene ciertos valores, creencias, prejuicios, intereses, temores, aspiraciones…
Somos producto y (re)productores/as de ese ‘entorno’; pero también podemos ser (re)creadores/as y transformadores/as.
La Vida, la Libertad, la Salud (etc.), son Derechos que deberían gozar todas las personas sin ninguna distinción. En el mundo de hoy, están dadas las condiciones para que tode ser humane pudiese vivir sin hambre, frío, desamor, violencia ni discriminación. Si esto no sucede, es simplemente porque vivimos en un sistema en donde estas no son las prioridades.
En vísperas de este nuevo aniversario del “Día de Lucha” (contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género), me despido con las palabras de Sigmund Freud, quien en 1927 escribió que “una cultura que deja insatisfechos a un número tan grande de sus miembros y los empuja a la revuelta, no tiene perspectivas de conservarse de manera duradera, ni lo merece”.
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Lic./Prof. Diego S. Gómez