Cada 25 de abril, se conmemora el “Día Internacional de lucha contra el Maltrato Infantil” (aunque ese maltrato no tenga NADA de “infantil”, y sí mucho de “adulto”…).
Estas violencias, ejercidas por madres, padres, cuidadores/as (etc.) generan daños muy profundos, muy difíciles de sanar –algunas veces, de hecho, no sanan nunca–, afectando incluso a futuras generaciones (y a la sociedad en su conjunto).
Los Maltratos a niñxs son una pandemia que tiene milenios; van desde las micro-violencias (levantarles la voz, darles un ‘chirlo’, etc.), hasta las crueldades más horrorosas (como las distintas variables de Agresión sexual, cometidas en su absoluta mayoría por familiares o personas del entorno cercano del niñx: en general padres, padrastros, abuelos, tíos, hermanos o primos mayores, vecinos, profesores, curas, etc.).
En el 2020 hice un curso semestral sobre Traumatismo por Abuso Sexual en la infancia y adolescencia, y leí / escuché experiencias de profesionales que se dedican a trabajar con estas problemáticas en hospitales públicos (además de todo lo que un psicólogo escucha en la consulta), y debo decir que las estrategias y prácticas de los abusadores (y a veces, ‘abusadoras’), son múltiples. Tanto, que en muchas ocasiones ni siquiera efectúan contacto físico con les niñes (y no por ello deja de provocar trauma psíquico; por ejemplo, les muestran pornografía, o se desnudan / masturban o tienen relaciones sexuales delante de les niñes, cosas para las que no están psíquicamente preparadxs para comprender y asimilar).
Pero saliendo del terreno del abuso sexual, es importante destacar que la exposición a situaciones de violencia, también pueden ser consideradas un tipo de maltrato y generar traumatismo psíquico en les niñes (por ejemplo, escenas de violencia machista o de pareja frente a ellxs).
Cuando hablamos de MALTRATO, hacemos alusión a los distintos Tipos:
▪ Psíquico (es el tipo de maltrato más frecuente y extendido: insultos, comentarios ofensivos y degradantes, amenazas, humillaciones, gritos, exponerles a situaciones avergonzantes, desconfiarles, echarles la culpa de todo lo que ocurre en la casa, asustarles, engañarles, romperles objetos de valor afectivo, descuidarles, desprotegerles, sobreprotegerles, defraudarles repetidamente, etc. Todo esto socava su autoestima y amor propio);
▪ Físico (cachetadas, nalgadas, trompadas, arrojarles objetos, etc.);
▪ Simbólico (rebajarles, denigrarles, ignorarles, no ofrecerles demostraciones de afecto –sea físico y/o verbal–, etc.);
▪ Sexual (tocando partes de su cuerpo, haciéndoles partícipes en “juegos” eróticos –por lo general se les pide que guarden el Secreto, porque si no se van a enojar con él/ella, cargando sobre su consciencia el peso de una situación terrible y temida: la familia se va a separar, su mamá se va a enojar, etc.);
▪ Económico (no pasar dinero en caso de separación o divorcio; utilizar dinero que correspondería al niñx en algo innecesario para su adultx cuidador/a, etc.).
No olvidemos que les niñes aprenderán de lo que vean y escuchen, no de lo que les digan.
Que tengan una buena semana;
Saludos, y mucha Salud!
Diego 🙂
VivirSanaMente
Atención Psicológica
‘On Line’ y Presencial
Lic./Prof. Diego S. Gómez
MN 59495 / MP 99047
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