Las claves de la nueva movilidad jubilatoria

Actualidad Sociedad

La ley establece que habrá cuatro aumentos al año, determinados por la evolución de los salarios y la recaudación de la Anses.

El Congreso modificó por ley el índice de movilidad que impulsaba el Gobierno. A partir de marzo se aplicará de manera trimestral en jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares. Luego de un año donde la movilidad estuvo suspendida, los haberes volverán a actualizarse automáticamente por una fórmula que depende de la evolución de los salarios y la variación de la recaudación. Así, se asemeja a la que estuvo vigente entre 2009 y 2017, y se diferencia de la que rigió entre 2017 y 2019, que actualizaba por inflación. El proyecto, delineado por el Ministerio de Economía y la Anses, luego tuvo modificaciones del Senado durante la media sanción en la Cámara alta.

Actualización. La única diferencia entre esta ley y la que estuvo vigente bajo la presidencia de Cristina Kirchner es que la actualización no será semestral (así había sido planteado en el proyecto inicial), sino que habrá aumentos trimestrales, es decir, cuatro en el año. El primero será en marzo 2021 y luego junio, septiembre y diciembre. También fueron trimestrales los aumentos con la fórmula del gobierno de Cambiemos (2017-2019) y durante todo 2020, que la movilidad estuvo suspendida y los aumentos se otorgaron por decreto.

Salarios. Los haberes se actualizarán por una fórmula que estará compuesta en un 50 por ciento por la evolución de los salarios. El indicador que se tomará es el que sea más alto al comparar la Remuneración Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que mide el Ministerio de Trabajo, y el Índice de Salarios que releva el Indec. En el proyecto inicial sólo se tomaba el Ripte pero luego el Senado le sumó la comparación con el dato del Indec. Entre 2009 y 2017 el Ripte superó en un 15 por ciento al índice de salarios del Indec, aunque en las 14 observaciones semestrales, en 5 fue superior el valor del Indec. Por eso, según expertos en seguridad social como Miguel Fernández Pastor, la presencia de los dos indicadores es más beneficiosa para los jubilados.

Recaudación. La fórmula se actualizará en un 50 por ciento por la recaudación de la Anses. Durante los aumentos que se apliquen en marzo, junio y septiembre se tomará la variación interanual de la recaudación tributaria de Anses, que varía según impuestos como débitos y créditos, el impuesto a los combustibles o cigarrillos, o el IVA. En el cuarto aumento del año, en diciembre, se utilizará la recaudación total del organismo, a la que se suman los aportes y contribuciones de trabajadores y empresas.

Tope. La fórmula cuenta con el mismo tope que tuvo entre 2008 y 2017, sólo que antes aplicaba en septiembre porque los aumentos eran semestrales, y ahora será en diciembre. Esto significa que se observa la evolución de los recursos totales de la Anses y se los aumenta en un 3 por ciento, para otorgarle sustentabilidad al sistema, según el Gobierno. “La movilidad de marzo, junio, septiembre y diciembre no puede superar ese número, y si lo supera, se aplica el tope”, explicó una fuente de Anses. Desde el organismo resaltaron que esto no significa que por el tope los haberes queden por debajo de la inflación. En los 9 años que estuvo vigente la fórmula del kirchnerismo, se aplicó el tope en 3 años, y en 2 la movilidad le ganó a la inflación. Esto podría ocurrir porque la recaudación tributaria está por encima de los aportes y contribuciones.

Reglamentación. La ley habla que la fórmula debe utilizarse realizando comparaciones homogéneas, o lo que los expertos llaman «cláusula de legislación constante», que lo que busca es que cambios en las variables que se toman en la fórmula no perjudiquen los haberes. La letra chica se definirá en la reglamentación de la ley.

 

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