Dany Ale tiene 27 años y nació en José L. Suárez. Su vínculo con algunos futbolistas de Boca lo hizo conocido en el ambiente y así llegó hasta el plantel de la Selección.
Daniel Alejandro Albornoz puede decir que cumplió su sueño, o al menos uno de ellos. Así como el niño que juega al fíutbol se ilusiona con ser el mejor del mundo y por qué no, como Diego Maradona, ganar el Mundial, cada uno pretende lograr lo mejor posible en su oficio. En el caso de Dany Ale (su nombre artístico), como peluquero de confianza de muchos de los jugadores más destacados del fútbol argentino, entre sus máximas pretensiones estaba llegar a Lionel Messi… y lo logró.
Nacido en el barrio de Villa Hidalgo (José L. Suárez), tuvo a su cargo el corte de pelo de varios jugadores de la selección, recortó los costados de la cabellera de Lionel Messi y emprolijó los sectores más largos que tenía el rosarino (Le cambió el look), luego llego el turno de Joaquín Correa, Lautaro Martínez, Sergio Kun Agüero y Ángel Di María, entre otros, quienes también pasaron por las tijeras de quien hoy se define como “parte del staff de la Selección Argentina”.
Claro que el sueño cumplido merecía una foto y Dany Ale no perdió el tiempo. Se tomó la instantánea con La Pulga, y la posteó en sus redes sociales.
Conocido en el ambiente del fútbol a partir de ser el peluquero de muchas estrellas de Boca desde hace un tiempo, es un chico que no olvida sus raíces, que atiende su local en Villa Ballester y que durante la pandemia se destacó porque junto a su familia colaboró con distintos comedores para asistir a gente sin posibilidades de saldar sus necesidades más básicas.
Dany vive en Ballester pero ayuda a los chicos de su barrio de origen, Villa Hidalgo, adonde llegan personas de distintos barrios aledaños para comer. Sabe él lo que significa tener lo justo y, muchas veces, ni siquiera eso. “Lo que más destaco de mi familia y mis viejos es el amor que me dieron de chico y la enseñanza por el respeto. No tuvieron la posibilidad de darme los gustos, de comprarme buenas zapatillas o ropa cara y me he privado de muchas cosas de chico, pero nunca se los reproché y jamás lo haría. Ellos me marcaron los detalles y hoy tener la posibilidad de hacer una olla es parte de ellos”, contó
La fama es momentanea, la humildad es para siempre, eso, Dany lo tiene bien claro.